Si se tratara sólo de hacer sería mucho más fácil
Les propongo un juego. Pensemos en una situación concreta e imaginemos qué considerarían una mamá y un papá frente a la misma circunstancia:
Composición familiar : Mamá, papá y bebé de 1 año
Situación: “Vamos a pasar el Domingo a la casa de campo de unos amigos”
Mamá: “Tengo que dejar preparado el bolso la noche anterior. Llevar 3 o 4 mudas de ropa para cambiarlo por si tiene frío/calor, repelente para los mosquitos, muchos pañales, chupetes, agua hervida en su mamadera, coche para cuando se duerma, mosquitero para el coche. Llevar preparada su comida del mediodía y sus colaciones. No olvidar babero y juguete de apego. Salir por lo menos una hora después de su desayuno para que no vomite en el auto, cambiarle el pañal antes de salir y que haga una siesta durante el viaje. Volver temprano para preparar la cena, el baño del bebé y la ropa de los adultos para comenzar la semana.”
Papá: ¿Vamos a comer asado o hamburguesas? ¿Habrá wi fi?
De más está aclarar que es un poco de humor y por supuesto siempre teniendo en cuenta que no se debe generalizar a todos los casos. Pero quise jugar a relatar una situación frecuente con un ejemplo concreto, para poder abordar el tema de la diferencia entre el mero hacer y TODO aquello que lo rodea.
Si se tratara sólo de cambiar pañales, dar de comer y hacer dormir seguramente sería bastante más sencillo. Pero cada situación está atravesada por múltiples cuestiones que implican que el planificar sea tanto o más agotador que el hacer en sí mismo. “Si hoy comió pastas, mañana le toca verduras”, “Quedan sólo dos pañales y están por cerrar las tiendas”, “En diez días le tocan los refuerzos de las vacunas.”
Anticiparse, planear y pensar estratégicamente cada acción necesaria para que una casa con niños “funcione” es un arduo trabajo.
La sensación de que la planificación (muchas veces) la lleva adelante sólo la mamá, termina por crear sensación de agotamiento, desproporción, y puede desembocar en discusiones de pareja.
¿Qué sugiero frente a estas situaciones?
- Hacer una lista con actividades diarias (comidas, baño, traslados, etc) y una lista con actividades esporádicas (visitas al pediatra, vacunación, compras de artículos para el bebé)
- Dividir justamente las tareas
- Hacerlo en un contexto tranquilo, donde cada uno pueda expresar con libertad y respeto sus sentimientos y necesidades, y ser escuchado y tomado en cuenta por el otro
- Cuando se presenten dificultades concretas con las actividades asignadas, así como cuando las actividades lógicamente vayan cambiando conforme crece el niño/a, es importante poder sentarse nuevamente para rediseñar en base a las nuevas necesidades que surjan
La comunicación es uno de los pilares primordiales de la familia. Que sea posible un funcionamiento familiar armónico depende de todos los adultos que la componen.
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