Compararse con otras embarazadas: una mala idea
“Tiene la panza más grande o mucho más chica que yo.”
“Ella está de menos semanas y siente los movimientos del bebé todo el tiempo y yo sólo cuando estoy acostada.”
“Su bebé ya está acomodado para un parto vaginal y el mío aún no.”
Es muy común ver embarazadas (sobre todo en el primer embarazo) comparándose con otras embarazadas. Y es común que esta situación les genere angustia o preocupación.
Cuando una paciente me cuenta estos pensamientos, siempre intento explicarle que es el médico obstetra quien conoce los parámetros saludables que tienen que aparecer en el embarazo; y que frente a cualquier cosa no esperada/normal van a ser ellos quienes se lo comuniquen y tomen medidas para revertirlo. Si su médico no les indica que hay algún signo de alarma, es porque no hay nada hay de qué pre – ocuparse.
Lo que muchas mamás no tienen en cuenta es que las infinitas diferencias que pueden encontrar entre su embarazos y los de otras mujeres, tienen que ver con las características de cada mamá gestante en cada embarazo en particular, así como de cada cuerpo y de cada bebé por nacer.
Las panzas son diferentes de acuerdo a las estructuras de las futuras mamás, de su altura, de su peso antes del embarazo, de la cantidad de kilos que subieron en el transcurso de la gestación, de si debieron hacer reposo o realizaron actividad física durante el embarazo, de si es un único bebé o un embarazo múltiple, entre muchas otras cosas.
La percepción de los movimientos está directamente relacionada con el estilo de vida de cada mamá durante el embarazo: si trabajan muchas horas o llevan una vida agitada, si debieron hacer reposo, si trabajaron hasta el último momento antes del nacimiento, si están más o menos conectadas con ese bebé.
Cada situación que va ocurriendo en cada embarazo en particular, está íntimamente ligado a esa mamá y a ese bebé por nacer. Y no es tan fácil (ni una buena idea) compararlo con otros.
Mi consejo a las mamás es no sólo que no se comparen ellas con otras mujeres embarazadas, sino también que no permitan que otras personas lo hagan.
Lamentablemente es muy usual que cuando alguien ve a una mujer embarazada (sea del círculo íntimo o simplemente alguien que acabamos de conocer) le cuente historias de otros embarazos, otros partos y otros nacimientos… y eso también refuerza las comparaciones.
Disfruten a pleno sus embarazos, porque cada uno es el reflejo de diferentes historias, distintas experiencias, y de nuevas vidas. Qué importa cuán parecido o distinto es este embarazo, esta panza, estas pataditas a las de otras mamás! Este es nuestro.
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