Ansiedad en el embarazo: nombrar el malestar para hacerle frente
No siempre las mamás gestantes pueden poner en palabras que lo que están sintiendo es ansiedad. Generalmente lo expresan como: “No sé qué me pasa que no puedo parar de comer”, “Me empecé a comer las uñas, cuando nunca antes lo había hecho”, “Me despierto a mitad de la noche y pienso en cómo va a ser el momento del parto”, “Por momentos quiero que el bebé nazca ya, y en otros momentos espero que no llegue nunca esa parte”.
Sentir ansiedad durante el embarazo es normal. Por un lado, hay una revolución hormonal que antes no había, y esto naturalmente influye en los estados de ánimo cambiantes. Por otro lado, se está atravesando una situación nueva: ya sea la llegada de nuestro primer hijo al mundo, o la llegada de otro hijo. Ambas son situaciones que van a cambiar el rumbo de nuestras vidas.
Cuando estamos frente a este tipo de emociones, es muy importante que nos paremos un momento a pensar qué es lo que nos está pre-ocupando. Porque en la medida en que podemos ponerle un nombre a ese malestar, nos resulta más fácil poder entenderlo y pensar qué hacer con él.
Les cuento algunos ejemplos de situaciones con las que trabajo cotidianamente:
Si la mamá me cuenta que le preocupa que su hijo/a sienta muchos celos cuando nazca su nuevo hermanito/a, le sugiero que haga participar a su hijo/a de los preparativos para la llegada del bebé. Que lo nombren, que le asignen el espacio que va a ocupar cuando llegue a la casa, que le cuenten cómo a sus papás se les agranda el corazón para amar a alguien más sin dejar jamás de amar a sus otros hijos, que es privilegiado/a de convertirse en hermano/a mayor porque será e/lal ídolo/a del bebé que está por nacer.
Cuando, por ejemplo, la ansiedad se presenta por miedo al dolor en el momento del parto, les sugiero que comiencen cuanto antes el curso de preparación al parto (con profesionales a cargo), que hablen con su equipo médico sobre las diferentes alternativas de analgesia, que practiquen meditación, mindfulness, yoga u otras técnicas de relajación.
Siempre es más sencillo lidiar con el estrés cuando descubrimos el motivo de lo que nos está generando ansiedad. Porque así podemos plantear distintas opciones para hacer frente a eso y lograr que el embarazo se disfrute más y se transite en calma.
Si sentís que en el embarazo estás más preocupada que feliz, no dejes de consultar con un psicólogo perinatal.
Transitar acompañada nuestras sombras hace que la luz asome más rápido.
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